LEÓN TROTSKI, DEMOCRACIA Y FEMINISMO


Juan Rojo Moreno

En los Escritos sobre la cuestión femenina que recoge varias comunicaciones y discursos de Trotski entre 1923 y 1925[1], plantea en el prólogo C. Lund si el hecho de que las mujeres no hayan alcanzado su liberación total en la Unión Soviética y en otros países en los que se han dado revoluciones socialistas, traza el interrogante de si el socialismo es realmente el camino para lograr la liberación.

Porque curiosamente en la dictadura Soviética de Lenin, con Trotski como uno de sus principales ideólogos, se consiguieron múltiples avances y estamos refiriéndonos al periodo entre 1917 y 1927 cuando el gobierno soviético dictó una serie de leyes que por primera vez otorgaban a la mujer la igualdad legal con el hombre. El casamiento se transformó en un sencillo trámite basado en el consentimiento mutuo. Cualquiera de los miembros de la pareja podría adoptar el apellido del otro. Se abolió el concepto de hijo ilegítimo. El aborto libre y legal se constituyó en un derecho para todas las mujeres. Hacia 1927 ni siquiera era necesario registrar los matrimonios y el divorcio se otorgaba con el solo requisito de que uno de los miembros de la pareja lo solicitara.

Pero poco duró esto, en 1924 fallece Lenin, y Stalin se va haciendo con el poder total de manera que Trotski es desterrado en 1929 y luego asesinado en 1940 en México por orden de Stalin (el asesino fue el español Ramón Mercader del Río)  en la Operación Utka (Operación Pato).

A partir de 1930 ya desaparece toda esa legislación en apoyo de la mujer siendo el estalinismo una de las dictaduras más duras con millones de personas deportadas a los Gulag, otros tantos exiliados a zonas remotas de la Unión Soviética y  al menos una gran Purga… (ver este corto video)

Si comprobamos los países (a parte de los musulmanes) que no han avanzado mucho en el feminismo, realmente son las dictaduras las que en conjunto menos han apoyado esta posibilidad.

Como señala Trotski (en 1937) “la revolución de octubre creó la legislación más progresiva que se conoce en la historia sobre el matrimonio y la familia, Pero ahora la burocracia restauró el castigo penal del aborto, avalando así oficialmente la concepción de la mujer como animal de cría”.

Dos factores que Trotski consideraba fundamentales eran la mejoría de la economía (vienen estos avances entre 1917 y 1927, tras la penuria de la Gran Guerra), y en segundo lugar la mejora del nivel cultural. Así, señala: “si no se eleva el nivel cultural no surgirá ningún tipo de familia superior a la actual… el estado debe fortalecerse económicamente para estar en condiciones de encarar seriamente la educación pública… la escasez de recursos materiales significa indudablemente un obstáculo” (1923).

Y en 1925 sigue insistiendo Trotski “la construcción del socialismo, el asegurar la situación de las madres y los niños, solo será posible si la economía crece; si seguimos en la pobreza el único destino que nos aguarda es el retorno a la barbarie medieval”.

Para nuestro autor es fundamental valorar cómo las sociedades tienden hacia la igualdad pues “será posible evaluar a una sociedad por su actitud hacia la mujer, y esto no solo se aplica a la evaluación de la sociedad sino de la personalidad individual… es imposible avanzar si la mujer queda a la retaguardia. La liberación de la mujer significa cortar el cordón umbilical que nos une con el oscurantismo y la superstición del pasado”.

Evidentemente, solo he usado algunos párrafos que me han interesado de los discursos o publicaciones de León Trotski, pero si miramos estas aportaciones tan adelantadas y observamos cómo ha evolucionado todo esto 100 años después, en los actuales años 20 del siglo XXI, vemos que en los países actuales dos de los factores que nombra Trotski (economía y cultura) han sido fundamentales para la igualdad de la mujer. Yo añadiría también un tercer factor fundamental que es la democracia.

 Si miramos a los países musulmanes los avances son mínimos por aspectos culturales (aun en aquellos en los que la economía es muy buena) y por falta de democracia. En algunos países latinos en los que hay democracia el retraso se debe a la economía y a la cultura (no hay educación obligatoria en muchos de estos, los niños no van apenas a la escuela). Si nos fijamos por ejemplo en algún país dictatorial como China, en la víspera del Día Internacional de la Mujer, en marzo de 2015, cinco activistas feministas chinas fueron arrestadas bajo cargos de provocar problemas https://es.wikipedia.org/wiki/Feminismo_chino

Como señala Lü Pin, activista china de los derechos de la mujer desde los años 90 en «El feminismo es el último movimiento social en China», como producto involuntario de la apertura económica del país, el feminismo, considerado por el partido como una «fuerza extranjera hostil», es ahora objeto de una severa represión por parte de Pekín. En esta entrevista podemos entresacar frases como “el gobierno no apoya los derechos de las mujeres, no por falta de conocimientos sobre el tema sino por falta de voluntad política… Hoy, en China, no esperamos gran cosa del marxismo. El liberalismo es una ideología mucho más crítica y desafiante en el país…La función de Internet es proporcionar un medio de contacto para que las personas interesadas en el feminismo que se acercan al movimiento se organicen.  Pero como el gobierno ha eliminado el contenido de lo que teníamos en internet, la organización del movimiento ha desaparecido. El principal reto es la represión del gobierno chino. El movimiento feminista no tiene una agenda política clara, pedimos la mejora de los derechos sociales, culturales y económicos de las mujeres. Nuestro objetivo no es derrocar al gobierno. No formamos parte de la oposición política, aunque el gobierno lo cree y por ello nos considera una amenaza para la seguridad del Estado”[2].

Igual ocurre si nos vamos a otra dictadura actual como es Rusia “La violencia de género en Rusia es sistemática y está totalmente mediada por el aparato estatal”.

O también “Resistencia feminista rusa, la otra guerra de Putin

Como una silla que necesita al menos tres patas para mantenerse, economía, cultura y democracia son tres elementos que han conseguido hasta ahora cementar la evolución en los derechos de la mujer. Muchos de estos derechos que enunciaba Mary-Alice Waters en su aportación al libro de Trotski[3] los podemos ver conseguidos cuando se dan estos tres elementos, como, por ejemplo: plena igualdad política, social y económica, derecho al divorcio automático a solicitud de cualquiera de los cónyuges, a igual trabajo igual salario, pago por la baja por maternidad sin perdida del empleo o antigüedad, igualdad de oportunidades para la educación, etc. Y también indica Walters la necesidad de “no subordinar ninguna reivindicación a las preocupaciones de las fuerzas políticas con sus maniobras electorales y su verborrea parlamentaria”.


[1] León Trotski. Escritos sobre la cuestión femenina. Seguido de Mary-Alice Waters “La revolución socialista y la lucha por la liberación de la mujer (1976) y Prólogo de Caroline Lund. Editorial Anagrama 1977.

[2] Lü Pin es una activista y periodista feminista china que lucha contra las violencias hacia las mujeres y la discriminación de género. En 2009, fundó Voces Feministas, un medio de comunicación en línea dedicado a defender los derechos de las mujeres en China. Ahora reside en Estados Unidos, en el estado de Nueva York, donde sigue apoyando a jóvenes feministas de toda China.

[3] En el libro de Trotski mencionado, el amplio epílogo lo ocupa “La revolución socialista y la lucha por la liberación de la mujer”. Esta autora, destacada dirigente del movimiento feminista norteamericano, lo escribe en 1976 aquí .

Acerca de juanrojomoreno

Profesor Titular de Psiquiatría Universidad de Valencia
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