(Opinión o Información)
Juan Rojo Moreno
La corriente que engloba al Personalismo es muy variada y muchos autores han desarrollado, con diferentes matices, su filosofía desde esta perspectiva,
La RAE define “Personalismo” en su 2ª, 3ºª y 4ª acepción como:
- Adhesión a una persona o a las ideas o tendencias que ella representa, especialmente en política.
- Tendencia a subordinar el interés común a miras personales.
- Sistema filosófico en el cual la persona es el valor supremo.
Pero realmente la corriente Personalista buscó un equilibrio entre el Colectivismo y el Individualismo.
Cierto que pone el énfasis en la persona pero considerando al hombre como un ser relacional, esencialmente social y comunitario, un ser libre, trascendente y con un valor en sí mismo que le impide convertirse en un objeto como tal. Y también es un ser moral, capaz de amar y de actuar en función de la actualización de sus potencias.
Por esto en la historia hay tantas corrientes Personalistas: el personalismo de Karol (wojtyla) o el de Mounier – que fue el fundador de la corriente como tal y escribió obras como El manifiesto personalista o El personalismo-. También grandes Personalistas han sido Marcel (Francia) Scheler (Alemania) Laín Entralgo (España) o Pareyson (Italia).
Nos explica muy bien esta corriente personalista Juan Manuel Burgos, Presidente de la Asociación Española de Personalismo (aquí)
Igualmente en este corto vídeo unos jóvenes nos resumen muy bien el Personalismo y la idea de Mounier (aquí)
Es una corriente que decayó a partir de los años 70 pero que ha adquirido de nuevo actualidad y potencia.
Volver de nuevo al mundo de los valores y de la relación yo-comunidad y también yo-comunidad-planeta actualiza el papel de la persona no solo en relación con la sociedad sino con “las sociedades” pues la acción individual ya no puede ser responsable si no tiene en cuenta la planetización de las relaciones humanas.
Pero ¿cómo nos relacionamos con los otros, con la sociedad y la planetociedad? Dice B. Häring que “el más íntimo ser del hombre se rebela contra la filosofía del utilitarismo, contra la concepción de una humanidad manipulada”[1] ¿pero sabemos cómo somos manipulados cuando utilizan sofisticados métodos de manejo de la información, de la opinión y de las emociones?
Quizá actualmente ya hemos pasado del “mundo de la información” al de la opinión. No es la información sino más bien la “opinión” y las opiniones las que están calando en nuestra sociedad y siendo capaz de crear, mediante elaborada ingeniera social, patrones creenciales y paradigmas efímeros pero de gran fuerza eficaz.
La administración de la información y el manejo emocional de la gente hacen que cada persona esté convencida de su libertad de decisión y opinión. Pero la realidad es que estamos muchas veces desorientados y otras ideo-vapuleados de manera que hoy pensamos que es correcto una cosa y mañana o pasado nos convencen que lo correcto es la contraria.
En definitiva, hoy podemos tener vigencias sociales tan cambiantes en poco tiempo que solo son pseudovigencias, aunque vividas como históricas. Señala Ortega que los principios normativos de todo orden -en ciencia, arte, política…- han dejado de ser vigentes ¿Qué quiere decir esto? Cuando un principio goza de vigencia histórica actúa como una disciplina objetiva, como un cauce sobreindividual donde cada uno se instala respetuoso y confiado y firme. Sincera o ficticiamente todo el mundo lo acata y procura ajustarse a él.
La vigencia y los usos sociales, las creencias y las ideas del momento histórico, se imponen automáticamente a los individuos y éstos se encuentran con ellos y con su presión impersonal y anónima y, aunque los rechacen o los acepten, la realidad es que son vigentes. Cada uno de nosotros tenemos que hacer la vida dentro de un mundo definido por un sistema de vigencias (usos, ideas, creencias, principios… que actúan sobre nosotros desde la sociedad, impersonalmente).[2]
El personalismo quiere dar autenticidad a la persona que no es un mero individuo y de esta manera el existencialismo personalista, señala Häring: “no tiene por sí un interés unilateral por ser y llegar a ser más y más uno mismo, sino que principalmente pone la mirada en un encuentro más auténtico con el otro”, como también enfatizaron filósofos como K. Jaspers, M. Heidegger o J. P. Sartre.
Pero la manipulación social consigue que a veces “el otro” sea ahora uno diferente al que puede ser mañana. No es posible solo hablar idílicamente de personalismo social sin hablar de manipulación social vigente que crea valores ahistóricos pero “actuales” de nuestros tiempos. Conviven en el mismo espacio las personas que tienen un espíritu supranacional e incluso supracontinental con los que aún siguen aferrados a su espíritu de la comunidad o a la que hubo en un momento histórico pasado
Tanto el personalismo filosófico como el existencial o el de Levinas parten de la responsabilidad, pero como el mismo Levinas señala existe muy a menudo una “desmoralización de la responsabilidad”
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El personalismo como entidad filosófica para algunos autores está adscrito fundamentalmente al cristianismo. Así señala J. M. Burgos que “persona” no es un sinónimo de hombre, sino un modo concreto y específico de entender al ser humano y “el personalismo una filosofía cristiana en cualquiera de los sentidos que pueda tener esta expresión. Lo es, ante todo, por la filiación religiosa de sus principales representantes… hoy sabemos que nuestra precomprensión del mundo influye en la elaboración de la filosofía. No existen posiciones cartesianas puras ni absolutamente neutrales. Así, de una precomprensión cristiana ha surgido necesariamente una filosofía cristiana [personalismo]”[3].
Sí, cierto, para este último autor hay que hablar del personalismo y no de los personalismos pues en este último caso se habla y analiza tanto a la “persona” que se acaba nombrando solo al hombre, al ser humano.
Pienso que si el personalismo lo que exige es un compromiso con la otredad, con la sociedad y con la planetociedad (sociedad planetaria) no podrá llegar a tener fuerza social si no consigue ser una filosofía práctica que desde lo diverso tenga fuerza eficaz por alcanzar lo unitivo. Conceptos aportados por la psicología Individual de Adler, o el Personalismo de W. L. Stern psicólogo, intelectual y filósofo alemán que ha sido reconocido como pionero en el campo de la psicología de la personalidad, nos puede servir como ejemplo de cómo una filosofía ha servido para comprender realidades humanas y personales en el mundo de hoy. La filosofía de Stern fue expresada como forma de personalismo y escribió también sobre la personalidad de grupos de gente. Arie de Geus lo citó en el libro holandés De levende Onderneming (“la compañía viva”) que utiliza la filosofía de Stern para explicar la longevidad de ciertas compañías como Shell y Mitsubishi.
Psicología, psiquiatría, pedagogía, bioética y como vemos también economía, son entre otros ámbitos en los que puede desarrollarse esta corriente filosófica hasta ahora poco conocida.
Realmente se quejan los filósofos “personalistas” del bajo impacto que tiene esta corriente en el mundo actual. Pero su Kairos (la hora propicia, la oportunidad presente) lo alcanzará cuando el compromiso de la “persona” no solo sea con las otras personas, sino con el sentido que todos los seres vivos y las cosas tienen en el proceso de individuación. ¿O quizá si llega a esto ya será otra corriente filosófica diferente al personalismo?
Si el personalismo quiere evolucionar en parte desde la cristiandad tendrá que hacer caso a la frase tan utilizada por el Papa Juan XXIII “aggiornamento” (actualización) es decir vigilancia y atención a las señales de los tiempos en que vivimos. El personalismo huye de la moral de la situación y como señala Häring ciertamente muchos problemas de la historia pasada (situacionales) no pueden volver a suscitarse ya y, así mismo, por otro lado, los hombres de este siglo no podemos proponer formulaciones que tengan fácilmente validez para el hombre del siglo XXIII.
Quizá por esto el “mundo de la información” se está disipando y hundiéndose en uno de mas corto plazo (más finalista) pasando a confundirse con el “mundo de la opinión”
Pero una filosofía de la vida que no esté en constante “aggiornamento”, en constante actualización de la realidades, inquietudes y preocupaciones también materiales y culturales del hombre de hoy solo propondrá un perspectivismo que no llenará los viejos odres del sufrimiento humano con vino nuevo.
¿El Papa es elegido por el Espíritu Santo?: Los cardenales tienen una gracia especial de estado, concedida por el Espíritu Santo, para cumplir bien su misión de electores, pero esa gracia no suprime su libertad. ¿Es infalible el Papa cuando habla ex-cathedra? (que no es lo mismo que “ex officio”)[4]. ¿Y el Purgatorio? [5]. El limbo no existe desde 2005[6]. Aggiornamento.
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En definitiva como dice Valéry [7]: “Durée est construction, vie est construction” que, como apunta I. Prigogine, expresa nuestra responsabilidad en la construcción del futuro, no solo de nuestro futuro sino del futuro de la humanidad.
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[1] Bernhard Häring. La moral y la persona. Editorial Herder, Barcelona, 1973.
[2] José Ortega y Gasset. Historia como sistema y otros ensayos de filosofía. Revista de Occidente en Alianza Editorial. 1941.
[3] J.M. Burgos. El personalismo hoy
[4] Un Papa cuando habla y decreta “ex officio” en materia de Fe y de moral jamás puede errar, pues Cristo confirmó a Pedro (y a sus sucesores) en la Fe (Lc 22,32). Afirmar que un verdadero Papa, fuera de las declaraciones “ex cathedra”, puede errar en materia de Fe o moral es decir que Cristo se engañó o le mintió a Pedro, lo cual sería una blasfemia. Si un supuesto Papa hablando y decretando “ex officio” se desviase de la Fe, pondría en evidencia que jamás ha sido Papa, pues un verdadero Papa no puede apartarse jamás de la ortodoxia. Si se diera el caso de la elección de un candidato desviado de la Fe, la elección es nula como Papa. Esto se aplica a todos los “papas conciliares”, pues estos hablando “ex officio” cayeron en herejía con lo que queda demostrado que jamás fueron Papas.
[5] Para los que no sepan que es el Purgatorio: El Purgatorio es un concepto religioso con especial presencia en la teología católica y la copta. De acuerdo con esta doctrina, el purgatorio no es un espacio físico y se define como un estado del alma transitorio de purificación y expiación en el que, después de la muerte, las personas que han muerto en estado de gracia sufren la pena temporal que aún se debe a los pecados perdonados y, tal vez, expiar sus pecados veniales no perdonados para poder acceder a la visión beatífica de Dios. Más información en las diferentes religiones aquí
[6] El limbo era donde iban los niños no bautizados pero que tenían el “pecado original”
[7] Paul Valéry, Oeuvres, II, Blbliothèque de la Pléiade. Editions Gallimard, 1960.
No resisto la tentación de preguntarte si has leído a Luis Cencillo ( me atrevo a tutearte porque somos viejos «amigos»…). Personalmente no he conocido a nadie ( incluidos los » grandes») con una teoría de la persona más sólida y moderna a la vez que la suya. Puede que no coincidas en absoluto con este juicio mío porque, en vida, generó bastante controversia ( más bien debida a su forma de ser….y digo en vida porque después de muerto ha caído en el olvido más absoluto , tan español por cierto)
Saludos cordiales
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Hola Carlos, como bien dices ya somos viejos «amigos». No he leído a Luis Cencillo, pero si me recomiendas el libro suyo más significativo lo buscaré. Tus recomendaciones son muy atractivas. Una vez que lo lea te comentaré lo que me ha parecido
Un abrazo
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Pues para el tema que nos ocupa ( con la que está cayendo no está de más recordar, con perdón, que nuestro organismo puede estar «a merced» del virus pero nuestra persona no…no tiene por qué vamos…) «Dialéctica del concreto humano». Es un libro antiguo, del 75. Lo quería haber reelaborado pero no tuvo tiempo. Para una visión de conjunto el número que la revista Anthropos le dedicó el 92. Y ya puestos, por si alguien, aparte de ti, se anima ( abstengase los que no sepan que es el purgatorio…) su manual antropológico de referencia es «El Hombre: noción científica»; su filosofía de base, aparte manuales universitarios de los años 70, «Interacción y conocimiento»; su visión de la psicología, crítica de la que se hacía entonces ( finales de los 80) y ¡ahora!, en La psicología como posibilidad». Para su visión «sapiencial» ( perdón 2) de la vida, su «Guía de perdedores» (última edición del 2002). Todos están en Iberlibro.
En tu «pueblo» está IPSA Levante, cuyo director Luis Raimundo Guerra Cid fue discípulo directo de Cencillo en la Fundación que llevaba su nombre. A lo mejor él te puede informar por qué la misma ya no existe y de cómo es posible que su maestro ni siquiera figure como referencia en wikipedia…
Un abrazo Juan
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Gracias miraré comprar al menos un par de ellos. Ya he visto que están en Iberlibro, pero ahora no te lo Mandan con lo del Covid-19. Por lo que he leido sobre la obra y por lo que me cuentas seguro que me va a emocionar y disfrutaré leyendo.
Un abrazo
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Y muy bueno cuando señalas que «Pues para el tema que nos ocupa (con la que está cayendo no está de más recordar, con perdón, que nuestro organismo puede estar “a merced” del virus pero nuestra persona no».
Qué pocos (o medio muchos) se dan cuenta que ellos no son su cuerpo ni lo que piensan…Más deberían reflexionar sobre esto…aunque eso de ¿trflexionar?, no sé.
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