(Enfermedades reactivas y endógenas, curación, TICS, neurosis)
(Ampliado con psicosis)
Juan Rojo Moreno
1- PSICOSIS
Hablar de Psicosis en un lenguaje que sea comprensible para personas que se dedican, en general, a las ciencias o terapéuticas de la salud humana, pero también para otras personas que no se dedican a estos campos pero tienen interés en el universo de lo «psi», no es siempre fácil. Además es importante que sea útil también para psiquiatras y así mismo para paciente y familiares de pacientes.
En el vídeo que presento a continuación se habla de este tema. Es sobre la presentación de mi libro Psicosis en el Programa del Dr. Bartolomé Beltrán ¿Qué me pasa doctor? Aunque como siempre el Dr. Beltrán amplía el tema Psicosis que trata (Antena3-La Sexta) (Link AQUÍ)
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2 – ENFERMEDADES REACTIVAS Y ENDÓGENAS, CURACIÓN, TICS, NEUROSIS.
En muchas ocasiones los médicos utilizamos términos muy exactos para la información de una enfermedad pero el paciente puede quedarse sin entender exactamente lo que le pasa. En este pequeño ensayo de hoy no vamos a recorrer toda la terminología psiquiátrica pero si he querido comentar algunos conceptos y situaciones que confunden muy a menudo a la población que padece o se interesa por la enfermedad psíquica. Vamos a referirnos los siguientes tres conceptos. 2.1- Enfermedades psiquiátricas reactivas y endógenas 2.2 – Curación de la enfermedad psiquiátrica 2.3- Neurosis y TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación)
2.1- Enfermedades psiquiátricas reactivas y endógenas
¿Por qué un acontecimiento muy importante en nuestra vida no nos produce una enfermedad mental y en cambio otro en apariencia menos grave sí que la origina? Lo importante no es lo que lógicamente pensemos que tiene o no relevancia pues hay muchas variables que están influyendo y que pueden ser conscientes, inconscientes, situacionales etc. Por esto O. Schwarz habló de la “fuerza eficaz” de una vivencia señalando que lo importante es cuanto nos ha repercutido ésta.[1] Así, puede ocurrir que un evento que nos acontece en una época de nuestra vida y en unas circunstancias especiales tenga gran impacto sobre la salud, una gran fuerza eficaz y, por otra parte, otro acontecimiento que en teoría fuese más significativo (por ejemplo el fallecimiento de un familiar) en otro momento de nuestra vida aunque nos afectara, sin embargo, no desencadenó una enfermedad. Otra duda que aparece en mucha gente es que, por ejemplo, padecen una depresión pero no ha habido nada especial externo que consideren que ha desencadenado la enfermedad. Tengamos en cuenta que hay muchos tipos de depresiones y entre ellas unas son “reactivas” y por lo tanto relacionadas (que no significa causadas) en su desencadenamiento con algún acontecimiento externo, pero otras son endógenas y por lo tanto pueden aparecer a cualquier persona sin ningún desencadenante específico. Igualmente ocurre con la ansiedad: la mayoría de las veces ésta se relaciona con acontecimientos externos, pero existen también trastornos de ansiedad endógenos que López-Ibor denominó Timopatía Ansiosa y que puede aparecer sin relación con factores externos. La Timopatía ansiosa evolucionará, como ocurre con las depresiones endógenas, de forma recurrente y muchas veces puede que tenga una relación estacional.[2]
2 .2– Curación de la enfermedad psiquiátrica.
Otra pregunta interesante es cuándo estoy curado de una enfermedad psíquica. En este sentido hay que valorar, entre otros, fundamentalmente dos aspectos: Por una parte que hay enfermedades psiquiátricas que son recurrentes, como ocurre con algunos trastornos ansioso, algunas depresiones, algunas psicosis, y por lo tanto hay muchos enfermos que están perfectamente curados, sin síntomas y con todas sus potencialidades humanas, pero han de seguir tomando medicación para evitar la repetición del cuadro, aun estando perfectamente bien. Muchas veces esta medicación preventiva y reguladora es para muchos años e incluso para toda la vida. Pero por otra parte también tenemos que valorar que no es suficiente, cuando padecemos una enfermedad psíquica, que ésta mejore. La mejoría es muy importante pero tenemos que buscar la remisión, es decir, que toda la sintomatología haya desaparecido y nos permita volver a ser y estar “igual que antes” y muchas veces incluso mejor que antes pues la propia enfermedad es una experiencia vital. No curamos enfermedades, curamos seres humanos que están enfermos y aunque la sintomatología desaparezca puede quedarles inseguridades y frenos en el desarrollo natural de sus capacidades creativas que deben mejorarse, porque la enfermedad bloquea el desarrollo de las capacidades relacionales, accionales y espirituales de la persona, y una psiquiatría “desarrollada” ha de buscar no solo la recuperación del síntoma sino la recuperación de todas las fuerzas humanas[3]. Como indica Fichte “la filosofía que se elija indica la clase de hombre que se es” y de igual manera debemos de tener claro que la psiquiatría que la sociedad elige indica claramente hasta qué punto alzaprima (o no) el desarrollo de sus miembros en valores trascendentes.[4] El clásico concepto de Medicina Interna es confuso para muchos pacientes. No hace referencia a que existen enfermedades internas (pertenecientes al campo de la “medicina”) y externas (pertenecientes al campo de la cirugía) sino que se refiere a los medios de tratamiento. Medicamentos y bisturí caracterizan el contraste, no órganos internos y externos del cuerpo: en cirugía Intervención (quirúrgica), en Medicina Interna incorporación por la boca, piel, venas etc. de medicamentos… y en psiquiatría, como parte de la medicina interna, no solo se realiza incorporación de medicamentos sino que además mediante la palabra se hace un tratamiento psicoterápico y una valoración de cómo recobra el paciente sus capacidades y fuerzas creativas humanas. Si no es así la práctica psiquiátrica se traduce en una fosilización noética, es decir se pierden de vista estructuras simbólicas, conceptuales y valores que interpretan una evolución del hombre desde su realidad y su proceso de individuación.
2.3- Neurosis y TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación).
A veces oímos de una persona que “es un neurótico” o podemos oír a un psiquiatra que un paciente tiene una neurosis[5]. Cuando decimos que una persona padece una neurosis de ansiedad lo que estamos indicando es que cuando se ha desencadenado el cuadro (por ejemplo tras un problema específico) ese problema, de forma parecida o simbólica, ya le había ocurrido anteriormente y desde entonces la persona había quedado sensibilizada a él, de tal manera que ahora por esa sensibilización previa (como el que tiene alergia) el problema actual tiene una gran fuerza eficaz y por eso ha actuado como desencadenante. Por esto es tan necesario en psiquiatría hacer el estudio biográfico (de la vida) del paciente para detectar si la enfermedad actual ha aparecido por un acontecimiento que ha afectado intensamente a su vulnerabilidad psíquica, por lo que le ha sucedido anteriormente en su vida. Esto nos permitirá diferenciar entre cuadros que son reactivos de los que son endógenos y también valorar si es necesario un tratamiento psicoterápico además del psicofarmacológico para, una vez más, mejorar sus capacidades de enfrentamiento a las propias vulnerabilidades de su biohistoria. Gracias a la historia de cada hombre se es alguien intransferible e insustituible y la psiquiatría que renuncia a conocer el pasado del hombre renuncia a sí misma (Julián Marías)[6]. La autognosis, el conocimiento de sí mismo, y de sus capacidades y potencialidades solo podemos definirlas a partir del estudio autobiográfico[7] Ahora que tanta importancia se dan a las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación) en medicina, es decir, de forma resumida, la informatización en las consultas médicas, si bien nos aportan nuevas posibilidades como, por ejemplo, contactos más frecuente y rápido entre médicos generales y especialistas, avisos a pacientes mediante mensajes al móvil, para que se tomen la medicación etc. y hay que vanagloriarse de todo lo bueno que aportan, no obstante, en psiquiatría tienen, hasta ahora, un lado especialmente perjudicial: se ha enfatizado tanto por informatizar las consultas que se le ha quitado mucho tiempo a los médicos para ver a sus pacientes “cara a cara”; tienen que mirar casi más la pantalla del ordenador que la cara del paciente. ¿En cuántas consultas psiquiátricas de forma habitual se historia la biografía de todos los pacientes? ¿En cuántas consultas solo se pregunta por los síntomas y cuánto tiempo los padecen? Volvemos al mismo dilema: ¿tratamos enfermos, seres humanos complejos que padecen una enfermedad y que tenemos que incardinarla en toda la globalidad de su persona o solo tratamos síntomas?[8] ¿Tenemos tiempo para mirar la pantalla de la PC pero no para mirar la cara del paciente y realizar su historia biográfica?[9]
Por algo será que Von Leyden solía decir a sus discípulos “el primer acto del tratamiento es el acto de dar la mano al paciente”.
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Gracias, Juan. A partir de ahora mirare menos el Abucasis y más al paciente.
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