MOMENTO EVOLUTIVO DE LA ENFERMEDAD PSÍQUICA Y SU CURACIÓN. TROPONEOPOROSIS. (Hacia un nuevo pasaje) (Therehering [1] ).


Juan Rojo Moreno

NUESTRO MOMENTO EVOLUTIVO

           Planteándome la posibilidad de la curación de la enfermedad mental ya en un trabajo previo [2] comentaba que llegado un momento de la evolución del ser humano disminuiría mucho el riesgo de padecer desequilibrios psíquicos -puede que desaparecieran- pero no sólo porque el hombre realizase esa evolución de conciencia hacia la unidad “de los opuestos”, sino porque entonces emergerán nuevos valores humanos, una nueva concepción del mundo que, ahora como unidad (en la que los opuestos no han desaparecido), podrá entrar en la dinámica o dialéctica con otros seres humanos que han llegado al mismo estadio, al mismo nivel evolutivo humano; y ¡ahora sí!, creo que ese sería el germen de otro nuevo nivel de conciencia, un nuevo saber concomitante (esto significa conciencia) que hará desaparecer la enfermedad psíquica (como dice Omar Lazarte -comunicación personal, 2008- se habrá entrado a un estado de presencia participante, será un salto cualitativo. Estamos ya hablando de sintonización de esencias similares. Esta conciencia cuántica está más allá de toda separatividad, porque surge de un estado unitivo).

En esta nueva dialéctica se supera la simple dinámica de los opuestos.

En este sentido señala Miguel Ángel Sanchís Lozano (2001) que ciertamente pueden encontrarse ejemplos dentro del ámbito científico acerca de la existencia  (en cierto modo complementaria) de los “opuestos”, como es la tercera ley de Newton (acción-reacción) uno de los más ilustrativos. No obstante pueden hallarse situaciones físicas en donde no solo hay dos opuestos en juego: en la interacción electromagnética entre cargas en movimiento el principio mecánico de acción y reacción ya no se verifica; hay un tercero en juego, el propio campo electromagnético. Y en el caso de los quarks también hay tres elementos y ocho en los glunones…, por lo que explicar toda la variedad de objetos y fenómenos exclusivamente en base a una subyacente dialéctica de contrarios u opuestos es más bien, dice este autor, un prejuicio sin suficiente fundamento.

Y en esto estoy de acuerdo. Pienso que cuando en la evolución humana la conciencia unitiva, que ya ha integrado en sí misma los opuestos sin hacerlos desaparecer, entra en dialéctica con otra conciencia unitiva, ya no es simplemente una nueva dialéctica de opuestos sino de unidades complejas evolucionadas que exponencialmente van formando una nueva conciencia en la que la UNIDAD está a su vez formada por un número cada vez mayor de “unidades” que han integrado un número cada vez mayor de opuestos.

Pero necesitamos seguir en esta línea con algo más: ¿Qué es?

Aclarar que no estamos solo en el nivel de la dialéctica, aunque ésta sea de pares de opuestos que han integrado ya anteriormente la polaridad. Hemos de explicar que tenemos que superar el nivel dialéctico. El estado unitivo no es producto de la dialéctica, aunque necesite de ella para llegar al mismo, pero es un nuevo nivel de conciencia

Cómo explicar esto:

Como dice Omar Lazarte “cuando el hombre busca la verdad a través de un razonamiento dialéctico, no puede escapar de los pares de opuestos. Hace síntesis  en un nivel superior, mas al percibir la síntesis si bien se soluciona la primera contradicción aparece una distinta en otro nivel. También allí la mente toma partido por uno de los términos del nuevo par de opuestos hasta que superada esta necesidad inicial se integran los opuestos en una nueva síntesis que soluciona la contradicción planteada. Este es el trayecto dialéctico que sigue la mente racional en busca de la última contradicción que le permita encontrar la síntesis final”.

El problema está en que seguiríamos anclados en el pensamiento dialectico racional, sintético, pero racional y dialéctico, y aunque resolvamos opuestos, seguimos sin fin en este plano racional. Aunque incluyamos emociones para entender los opuestos, la síntesis ha de resolverse racionalmente en la dialéctica.

No es posible así una evolución verdadera si no superamos el pensamiento dialéctico; y esto solo es posible si hay un salto a un nuevo nivel de conciencia.

Para entender cómo puede darse este salto recurramos brevemente a la historia y al tiempo.

El hombre primitivo intuía el presente, pero su nivel de conciencia y por lo tanto su cosmovisión (mágica) no le permitía un razonamiento dialéctico; el hombre moderno racionaliza el presente y con el pasado proyecta el futuro, y en esta dinámica seguimos actualmente con la dialéctica conformando el actual nivel de conciencia. La evolución está estancada pues no saltamos a un nuevo nivel de conciencia aunque avancemos mucho en la dialéctica de opuestos y en la comprensión de la existencia: pasado, presente y proyección del futuro.

Quizá por eso estamos esperando “al nuevo hombre” pero no acabamos de verlo, pues seguimos en el mismo plano de conciencia, puede que más sofisticado, como un coche de última generación puede ser más sofisticado que otro de hace unos años, pero no es cualitativamente algo nuevo. Muchas personas (catalizadoras evolutivas) intuyen este nuevo paso evolutivo pero no llegan a detectarlo, a verlo fraguado.

Esta es nuestra situación evolutiva histórica.

¿Y respecto al tiempo? Acerquémonos desde unas ideas que aporta Hawkins.

Indica Hawkins que para descubrir cómo la teoría cuántica configura el tiempo y el espacio resulta útil introducir la idea de un “tiempo imaginario”. Aunque suena a ficción es un concepto matemático bien definido. Este modelo matemático que introduce el tiempo imaginario predice efectos que ya hemos observado y además otros efectos que aún no hemos podido observar. El tiempo real iría de – a + (cero en el centro) en una línea horizontal) y el tiempo imaginario coincide en el cero, pero es una línea vertical, también de menos a más. Como el tiempo imaginario es perpendicular al tiempo real, se comporta como una cuarta dimensión espacial. En el tiempo de la teoría clásica (no cuántica) de la relatividad general de Einstein se combina el tiempo real y las tres dimensiones del espacio en un espacio-tiempo cuatridimensional. La dirección del tiempo real se distinguía de las tres dimensiones espaciales en que siempre trascurría en la dirección creciente del tiempo real (pasado –futuro); se podía invertir la dirección del espacio pero no del tiempo. Como el tiempo imaginario es perpendicular al tiempo real puede exhibir un dominio de posibilidades mucho más rico que solo un tiempo que va de menos a más. Con el concepto físico de tiempo imaginario el pasado está en el presente y puede aparecer en el presente. También podemos ir a un futuro no lineal.

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Volviendo ahora a nuestro tema evolutivo quizá una posible solución, que nos permita vislumbrar cómo se puede superar la dialéctica esté en lo siguiente: analicemos una frase de Omar Lazarte. “Se quiere dejar de estar pre-destinado para estar post-destinado. Que el futuro que proyecta determine su presente concreto».

Partamos de esta frase para elaborar nuestra idea evolutiva. Quizá el nuevo hombre, del que tanto esperamos, solo necesite, para germinar, poder desarrollar una capacidad que ya está sementada en el propio ser humano: la capacidad de intuir el futuro. No solo de proyectar el futuro desde el presente, sino de una verdadera intuición encarnada y actuante.

Cuando el ser humano sea capaz en su vivir presente  de tener una integración del pasado y a la vez encarnar una intuición del futuro (como diría Teilhard, “ver” el futuro, pues lo correflexivo se ha desbordado fuera del tiempo y del espacio) como verdadera intuición, ese hombre creará un nuevo nivel de conciencia. El salto abrirá una diferencia tremenda, pero paulatina, con el pensamiento racional dialéctico.

Al igual que junto al antiguo hombre primitivo, que con su pensamiento mágico no conseguía salir de la conciencia de intuición del presente, el hombre moderno creó un nuevo mundo con su nivel de conciencia analizando el presente con la influencia  del pasado, e igualmente el nuevo hombre que ya encarne en el presente una intuición efectiva del futuro -no es una adivinación, ni una certeza pero si una intuición efectiva- configurará un nuevo nivel de conciencia que sí podrá superar la dialéctica de los opuestos en un nuevo verbo cósmico (futuriendo desde el presente).

Porque ahora entendiendo que el tiempo también sea accesible desde el mundo no lineal, esto supone ya no solo una intuición como vivencia difusa sino una intuición-pragmática. Y es posible que hasta intuya pragmáticamente aspectos hoy en día incomprensibles que nos vienen de la mecánica cuántica o del denominado por D. Bohm orden  implícito. Con el futuro encarnado en el presente, el tiempo ya no será lineal, sino conformante de una imagen (tiempo imaginario) del futuro en el presente creándose una nueva forma de sentido cósmico más allá del dialéctico.

Y ¿por qué camino puede llegar el ser humano a hacer efectiva y pragmática esta intuición?

Pienso que ha de ser a través del pasaje del nivel subatómico, del mundo cuántico (por eso he subtitulado a este ensayo troponeoporosis, hacia un nuevo pasaje). La intuición efectiva del futuro no lineal tiene un sedero de contacto con el  macrocosmos, con nuestra realidad empírica.

Este pasaje lo está mostrando los “extraños” comportamientos del mundo quántico (y también del mundo y realidad humana habitual); extraños porque no somos capaces de comprenderlos o porque queremos simplemente comprenderlos; a lo mejor nuestra capacidad no está en la comprensión racional sino en una nueva comprensión intuitiva.

El nivel lógico de comprensión está estancado en este punto; como indica Ramón Muñoz “la clave orgánica del  mundo venidero no es ideo-lógica sino gen-ética, y con esto quiero significar que la lengua que habla no habla con la claridad del logos”;  y si seguimos este sendero entonces quizá encontremos el orden emergiendo del Caos.

Ya K. Jaspers refiriéndose a la realidad señalaba las hendiduras de la misma que hacen imposible reducirla a un principio único; hendiduras que si bien han sido muy pensadas no son reconocidas generalmente ni explicables desde el punto de vista objetivo y son la elucidación de una dimensión completamente nueva.

Ramón Muñoz comenta en su obra Transfiguración Social del Verbo el párrafo del Apocalipsis (5:1) “el libro que guarda los secretos de la vida es un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos”. El primer sello -dice R. Muñoz- se abrió con la revelación de la ciencia moderna, el estallido atómico, quebrándose así el marco teórico que sostenía y hasta cierto punto legitimaba la imagen racional del mundo. Pensemos ahora que un segundo sello se abrirá no solo con el conocimiento del mundo subatómico y su complicada simplicidad, sino que el camino de este mundo quántico nos ha de impregnar de las tremendas fuerzas que pueden influir en nuestro mundo vivido empírico. De esta manera y a través de este pasaje volveremos al macromundo actual, a nuestra realidad explicita, pero con nuevas potencialidades -ya no solo lógicas- incorporadas; puede que la intuición efectiva del futuro sea una de ellas.

Desde la complejidad de nuestro mundo empírico hemos llegado por análisis a la simplicidad del mundo quántico, a los últimos elementos, y tenemos que retornar de esa simplicidad no por el mismo camino por el que hemos llegado, sino que ahora recorriendo el nuevo pasaje, volvemos con la nueva forma de hacer de nuevo el mundo empírico.

Veamos un ejemplo de una experiencia vivida por MGM con protóxido de nitrógeno+oxigeno:

“Lo contare en la medida de lo posible, pues en la propia vivencia estaba implícito que no podría recordarla. Yo era muy propensa en las distintas sesiones a tener y realizar continuas síntesis dialécticas de cuestiones, interrogantes o preguntas que me había hecho en el nivel de conciencia normal (racional = alfa). En esta sesión, tuve una vivencia que fue más o menos así: empecé, como era habitual, a plantearme en el nivel de conciencia “gamma” (es un nivel de conciencia cargado de intencionalidad y significaciones) una serie de cuestiones respecto al Ser, primero fueron síntesis de opuestos, mas de pronto empezó a ocurrir algo muy curioso, no estaba haciendo síntesis sino que estaba produciéndose en mi pensamiento una simplificación de su contenido, es decir tras las prolongadas síntesis y síntesis de las síntesis, aquello se convirtió en otra cosa, mi pensamiento y mis emociones eran la misma cosa, no había espacio ni tiempo y «algo» se hacía cada vez más sencillo, proyectándose hacia el futuro, era como si se fuesen desmembrando capas de complejidad que enmascaraban el ser. Poco a poco la simplicidad fue tal que todo estaba en aquello, en una especie de instante, de nota, de ecuación (no sé cómo llamarlo) que lo encerraba todo, pero ese todo no era una ni la integración de partes o de notas, era algo sencillo, sublime, de lo cual podría derivarse cualquier cosa de nuestro complicado mundo. Allí estaba inmerso todo; cuando digo todo lo estoy enturbiando pues ya pierde su sentido. En ese instante (insisto lo que te cuento son metáforas) tuve la intuición de que me podía quedar allí para siempre o volver y dar la buena nueva a mis hermanos; elegí esto último pero estaba implícito en mi elección el que no recordaría nada de lo que ahora sabía. Cuando tomé la decisión poco a poco me fui deslizando en el sentido contrario y cada vez todo se hacía más complejo, de forma que hubo un momento en que ya no podía percibir lo anterior y así como si me fuesen despojando de mi sabiduría , regrese a alfa. ¡Pero había una cosa que me restaba! El saber lo que había vivido y poder transmitirlo con metáforas. Sabía que lo que buscamos es la absoluta simplicidad que no se consigue mediante síntesis continuas.  El poso que me quedó era que el camino no era el de la dialéctica y síntesis de opuestos sino el de la intuición de la simplicidad».

La “intuición de la simplicidad”  es lo que dice esta persona en su experiencia, que le aparece una vez superada la dialéctica. Tras la experiencia ya no se vuelve a una ingenua existencia empírica, sino que se es consciente de la complejidad nueva de esta realidad que solo es posible “porque se ha experimentado un estar-fuera-del mundo-, en verdad nunca real, pero si posible” (K. Jaspers).

El mundo cuántico es un pasaje actuante que nos ha de retornar efectivamente a nuestra complejidad empírica pero habiéndonos cambiado, y ese cambio puede ser de tipo comprensivo-intuitivo. Y además algo muy importante, tendrá que ser comunicativo; este no es un camino solo de auto-individuación, es un camino de evolución general y sin la comunicación esto no es posible. Como veíamos en el ejemplo de antes, va unido el retorno a la complejidad desde la simplicidad con la “comunicación”; la comunicación es basamento del retorno al mundo empírico.

Seguimos, pues, en que tras el camino del logos la nueva forma de acceder a una nueva cosmo-acción efectiva puede ser a través de la intuición; ésta es la flecha que nos marca hacia donde va el sendero de la simplicidad subatómica para conocer la nueva complejidad. Y el salto entre lo que puede ser conocido y lo que puede ser “intuido” (aunque dé nuevas aperturas al conocimiento) no puede ser salvado por la lógica del pensamiento.

Sin utilizar el mundo de la anticipación intuitiva de forma operativa y efectiva, sólo con nuestros medios técnicos, no conseguimos llegar al nuevo estado evolutivo, porque con el modelo imperante no es posible; como dice MacLuhan en el contexto de la revolución tecnológica (Cit. Ramón Muñoz) “ante la irrupción de un nuevo medio solo estamos conscientes del contenido del ambiente viejo”. Por un lado hemos conquistado el mundo (por el poder de la técnica), por el otro hemos perdido la imagen del mundo “se ha roto el antiguo pacto con la naturaleza” (insiste Ramón Muñoz), y el problema, podemos decir, es que aún no hemos abierto la segunda llave; no conocemos el “nuevo mundo” el que es a partir del sendero del nivel subatómico.

Técnica-ciencia e intuición ¿elementos opuestos? Como bien dice Ramón Muñoz, la técnica ha venido para quedarse pero el hombre tendrá que tomar en sus propias manos el poder esencial de la técnica. Si no hace esto, como indica Gabriel Marcel,  el hombre  “de la técnica” pierde el sentido más profundo, la conciencia de sí, y se encuentra cada vez más desarmado ante las potencias de destrucción desencadenadas a su alrededor y ante las complicidades que éstas hallan en el fondo de sí mismo.

Técnica-ciencia e intuición tendrán que superarse no solo en un juego dialéctico, sino que deberán llevarnos por el sendero a una nueva unidad evolutiva de nuevo explicitada, a través del orden implícito.

¿Y se curará la enfermedad mental?

No sabemos que nuevos tipos de desajustes podrán aparecer en un nuevo nivel evolutivo, pero pienso que muchas de las enfermedades metales de hoy en día seguro que desaparecerán en esta nueva cosmo-acción. El propio médico tendrá una nueva manera de entender la naturaleza, la enfermedad, el ser humano y la comunicación con el paciente. La enfermedad mental no será un proceso natural, pues lo natural es que tengamos acceso a  más potenciales de reestructuración interna (qué hace que una persona durante años distímica, -depresiva neurótica-, en su proceso evolutivo “ahora” pueda sentirse con completa confianza para resolver los problemas naturales de la vida cotidiana y te diga que ya no es “afectable” como le ha ocurrido estos años? ¿Sólo un cambio en la neurotransmisión? ¿Qué cambio en qué neurotransmisor? ¿No habrá ocurrido algo más profundamente que se nos escapa con el acceso del conocimiento actual? ¿Dónde está lo peculiar de cada paciente que destroza su salud?).

Una última pregunta para el lector que haya conseguido llegar hasta aquí:

Esto que hemos hablado es ¿filosofía, positivismo, sofismo, metafísica ingenua, biología, física, antropología, mística operativa, resonancia biológica, resonancia con la energía de enlace…? Cada uno sabrá su respuesta.

Pero quisiera aventurar algunas ideas. Evidentemente no tengo la respuesta lógica a cómo poder acceder a este pasaje de renovación de la concepción de la realidad empírica a través de la intuición efectiva y el mundo subatómico que ya es actuante.  Parafraseando a K. Jaspers diríamos que la respuesta definitiva no llegará por virtud de un saber concreto, aunque tenemos que admitir que es un mundo fenoménico que está actuando sobre nosotros, que no es “nada”,  y que se manifiesta en lenguaje que aún está cifrado; solo quien se apasiona por la orientación científica del mundo y del ser humano puede encontrar verdaderamente la orientación que aclare al mundo y al ser humano. ¿Acaso estamos en el campo de la metafísica filosófica ya que estamos haciendo conceptualizaciones de caminos aun no conceptualizados? Pero la realidad solo puede ser una para la aspiración de la investigación, señala Jaspers, y esta “realidad” incluye tanto a lo infinitamente pequeño como a lo infinitamente grande.

Realmente esa realidad incluye tanto lo detectado en nuestra existencia empírica, como lo intuido; ambos elementos son igual de patentes en  esta realidad aunque no podamos organizarla aún de una forma estructurada. “Cuanto más pura como ciencia se constituye la orientación intramundana y más objetivamente elimina a la metafísica, tanto más clara es como ciencia y también tanto más importante metafísicamente” (Jaspers), pues al final de toda la investigación científica, matemática, biológica… está un mayor conocimiento del propio ser humano.

La ciencia con su método ha aspirado a investigar lo que existe que es independiente del investigador, pero desde el descubrimiento del mundo cuántico esto ya no es posible. El investigador modifica la investigación y la ciencia tendrá que adaptar su método para detectar las influencias y penetraciones de nuestra realidad intuitivo-comprensiva y cuántica que además es histórica. Si esto no lo hace seguiremos descubriendo antidepresivos que a unos cura y a otros no, sin saber realmente el por qué de lo primero ni de lo segundo.

Esta frase del libro de Filosofía de Jaspers: “yo solo soy como existencia temporal, pero yo mismo no soy temporal. Yo me sé solamente como existencia empírica en el tiempo, pero de tal suerte que esta existencia empírica es para mí la manifestación de mi mismidad intemporal”, posiblemente en el futuro habrá que explicarla no desde la filosofía sino desde la ciencia.

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BIBLIOGRAFIA

-Hawking S. El universo en una cáscara de nuez. Ed. Planeta  2003.

– Lazarte O. Una nueva dimensión de vida. Mendoza, 2003.

-Jaspers, K. Filosofía. Tomo I. Ediciones de la Universidad  de Puerto Rico, Revista de Occidente, Madrid, 1958 (primera edición publicada en 1931).

-Marcel G. Los hombres contra lo humano. Librería Hachette, S.A, Buenos Aires, 1955.

-Muñoz Soler, Ramón. Transfiguración social del Verbo. Arcana Ediciones, Buenos Aires, 2009.

-Paz, O. Introducción (Mirada Interior) a la obra Las enseñanzas de don Juan, de Carlos Castaneda. Ediciones F.C. E España, reimpresión de 1979.

-Sanchís Lozano M A. Filosofía griega y ciencia moderna: un viaje en el tiempo desde Aristóteles hasta Einstein. Edita ACDE, Valencia, 2001.

[1] Therehering. Este neologismo que he utilizado lo iremos comprendiendo a lo largo del ensayo, pero para acercarnos a la idea que quiere expresar podemos parafrasear a Octavio Paz y decir “le abrieron las puertas de  la otra realidad, pero la otra realidad está aquí. Sí, allá está aquí”. El otro neologismo Troponeoporosis: Tropo: término propio de la retórica que proviene del griego τρόπος, trópos, que significaba «dirección», «hacia». Neo = nuevo. Poro, del latín porus y este del griego πóρoς, vía, agujero pequeño, sendero.

[2] Desde la psiquiatría antropológica y el hombre unitivo-cósmico a la desaparición de la enfermedad mental.

https://www.clinicaprofesor-rojo.es/images/desaparicionenfermedad.pdf

Acerca de juanrojomoreno

Profesor Titular de Psiquiatría Universidad de Valencia
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3 respuestas a MOMENTO EVOLUTIVO DE LA ENFERMEDAD PSÍQUICA Y SU CURACIÓN. TROPONEOPOROSIS. (Hacia un nuevo pasaje) (Therehering [1] ).

  1. ananke dijo:

    recomiendo leer el libro de BLINK (inteligencia intuitiva e inconsciente adaptativo) Malcolm Cladwell felicidades por escribir un ensayo complejo y autentico.

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  2. Pingback: ALTERIDAD: FUNDAMENTOS GEN-ÉTICOS Y PSICOPATOLÓGICOS | juanrojomoreno's Blog

  3. Carina Cariñosa dijo:

    es como unir y atar-up sinónimos y antónimos en blanco y negro, hacia adelante y hacia atrás. encontré este blog muy técnico y fácil de entender

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